Aquí tienes muchas adivinanzas para resolver.
Y están todas muy bien ordenaditas.
Piensa cual es la solución de cada adivinanza.
- ¿Te sabes la respuesta?
- Si/No
- ¿Necesitas un poco más de tiempo para pensarla?
- ¿Crees que ya la tienes?
- ¿Te rindes?
Ha llegado el momento de ver la solución.
(Pasa el ratón con el botón izquierdo apretado entre los paréntesis)
NOTA:
Y si conoces más adivinanzas, sólo dínoslas. (Deja tus comentarios)
Vivo dentro de ella y el caracol también. Él la lleva a cuestas y yo nunca podré. (La casa) |
EN LA ENTRADA
En la puerta está y no quiere entrar. (El felpudo) | A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta. (El timbre) | ¿Qué será, qué será, que siempre está en la puerta y nunca puede entrar? (El umbral) |
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohibe. (La puerta) | Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene. (La puerta) | Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo. (La puerta) |
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura. (La cerradura) | Chiquita como un ratón guarda la casa como un león. (La llave) | Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto. (La llave) |
Aunque tiene dientes y la casa guarda, ni muerde ni ladra. (La llave) | Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle. (La llave) | Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar? (La llave) |
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes. (Las llaves) |
EN EL SALÓN
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada. (La lámpara) | Es una caja habladora que vive en todas las casas y se calla a muy alta hora. (La televisión) | |
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca. (El teléfono) | Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos. (El teléfono) | Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga. (El teléfono) |
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo. (Las alfombras) | Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo. (La cortina) | Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente. (La ventana) |
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento. (La calefacción) | Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío. (La estufa) | Durante el verano escondido, en el invierno encendido. (El brasero) |
EN EL COMEDOR
En el campo fui nacida vestida de verdes ramas y al pueblo me trajeron para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto porque no sé comer nada. (La mesa) | Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores. (La mesa) | Aunque tengo cuatro patas yo nunca puedo correr, tengo la comida encima y no la puedo comer. (La mesa) | Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer. (La mesa) |
Todos me buscan para descansar si ya te lo he dicho no lo pienses más. (La silla) | Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento. (La silla) | Con patas y espalda, no se mueve ni anda. (La silla) | |
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen. (El plato) | Aunque de comida voy cargado la gente me vacía y nunca soy tragado. (El plato) | Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría, (La cuchara) | Sube cargada, baja sin nada. (La cuchara) |
Llenos de agua, llenos de vino, sobre la mesa están y son de cristal fino. (Los vasos) | Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente. (El tenedor) | Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene. (El tenedor) | Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer. (El tenedor) |
EN EL BAÑO
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo mucho más sucia me voy? (El agua) | Si me mojas hago espuma con ojitos de cristal y tu cuerpo se perfuma mientras llega mi final. (El jabón) | En los baños suelo estar, aunque provengo del mar. (La esponja) | Cuanto más se moja más te seca. ¿Qué es? (La toalla) |
Te lo digo y no me entiendes no tengo boca y si tengo dientes (El peine) | Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado. (El peine) | La cara que yo acaricio dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento! (La máquina de afeitar) | |
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo y no te parezco feo. (El espejo) | Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás. (El espejo) | Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta. (El espejo) | Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja. (El espejo) |
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo. (El espejo) | Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él. (El espejo) |
EN EL DORMITORIO
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar. (La cama) | ¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir. (La cama) | De nada me sirven estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente. (La cama) |
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama. (La almohada) | Aunque al dormir me consultan nunca suelo contestar. (La almohada) | No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya. (La colcha) |
EN LA COCINA
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso. (El salero) | Yo tengo calor y frío y no frío sin calor y sin ser ni mar ni río peces en mí he visto yo. (La sartén) | Tengo dos orejas por donde me agarran y cuando me usan, el culo me queman, la boca me tapan. (La cacerola) | Por fuera, naranja, por dentro, gas sólo; pero con mi ayuda se calienta todo. (La bombona de butano) |
Diminuta astillita de cabecita roja, capaz de hacer cenizas a la encina más gorda. (La cerilla) | Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego. (La cerilla) | Cabezón y muy delgado que se pone siempre negro, después de haber sido frotado. (La cerilla/El fósforo) | Caja llena de soldados, todos largos y delgados con gorritos colorados. (La caja de cerillas) |
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser. (El hielo) | De mi madre nací yo, sin fundamento de padre; y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre. (El hielo) | Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina. (La escoba) |
EN EL TEJADO
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados. (El tejado) | Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado. (El tejado) | Un campo bien labrado no gasta reja ni arado. (El tejado) |
Los tejados protejo y buenas canales dejo. (Las tejas) | En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié. (La veleta) | En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él. (La veleta) |
Todas somos altas gordas o delgaditas y echamos mucho humo por nuestras cabecitas. (Las chimeneas) | En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea. (La gotera) |
EN CUALQUIER LUGAR
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente. (La ventana) | Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento. (El cristal) | Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana. (La persiana) | Tapo al sol, llamo a la luna y de Persia es mi fortuna. (La persiana) |
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan. (La escalera) | Una caja en tu casa que te sube y que te baja. (El ascensor) | Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito... (La baldosa) | Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo. (Las vigas) |
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera. (La bombilla) | Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama. (La bombilla) |
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